MEDITACIONES NOCTURNAS #01
- IBA
- 14 may 2019
- 2 Min. de lectura
Harto de las fronteras que habitualmente distinguen el bien del mal, la belleza de la fealdad, lo correcto de lo incorrecto decido sumergirme en un océano donde todas las gotas de agua son idénticas. Solo se distinguen entre ellas cuando hay un observador. Ese observador podría ser yo. De hecho lo soy. Soy una de esas gotas y a la vez soy el observador. Pero ahora quiero ser solo gota. Solo océano. Un océano uniforme. Decido fundirme con todas las demás gotas. Ser Uno con Todo.

Puedo ver un buen hombre y un mal hombre. Pero, ¿qué es lo que los distingue? ¿Sus actos? ¿Qué son sus actos sino un impulso de su propia naturaleza? ¿Podemos llamar a la naturaleza buena o mala? Cuando una catástrofe natural afecta a un territorio decimos que es algo malo. ¿Por qué? ¿Acaso la naturaleza tiene malas intenciones? ¿Y buenas? La naturaleza no es buena ni mala. La naturaleza es. No hay más. Naturaleza soy y naturaleza somos.

Todo lo que sube baja. Lo que hoy es amor mañana será odio y lo que hoy es odio mañana será odio reciclado en forma de amor. Lo que ayer fue alegría hoy es pena. Es un ciclo natural. Si trato de oponer resistencia a este ciclo solo estoy desarmonizando mi propio espíritu. Dejaré pues que este ciclo se manifieste sin resistencia. Si siento pena por alguna cosa, lloraré. Si siento alegría por alguna otra cosa, reiré. No trataré de evitarlo al igual que tampoco trataré de prolongarlo. Simplemente dejaré que suceda.

Muchos conceptos nublan hoy mi mente. Tantas abstracciones me ciegan. Cada vez que aprendo algo nuevo me hace dudar de lo que aprendí ayer. Cuanto más aprendo más confuso me encuentro. Y cuanto más confuso más desequilibrado siento mi espíritu. Hay demasiado conocimiento, que no sirve para nada, esperando a ser aprendido y hay poco saber que ha de ser sabido para servir a todo.

Confío en la Naturaleza y, por ende, en mi naturaleza también. Si en algún momento algo en mi vida sucede sé que es porque tenía que suceder. En cada segundo de la vida sucede lo que tiene que suceder y no es bueno ni malo es la continua trasmutación de la materia. Como enlaces de átomos que se componen y descomponen. Hoy dan Vida, mañana mueren pero pasado vuelven a dar Vida. Por eso me gusta contemplar aquello que es intemporal e incorruptible, aquí y ahora, porque te haces uno con la trasmutación. Ya no hay distinción entre el observador y lo observado.

Cuando como, como. Cuando bebo, bebo. Cuando respiro, respiro. Cuando realizo una acción me entrego totalmente a ella. Dejo a un lado los pensamientos que me alejan del momento presente.
Comments